“A diario deposito una fe implícita en mis amigos con ojos y oídos, y ellos me explican la cantidad de ocasiones en que sus sentidos los engañan y les hacen errar el camino. Pero, aún así, a partir de sus testimonios reúno las verdades incontables y preciosas con las que construyo mi mundo, y mi alma es capaz de acceder a la belleza del cielo y de escuchar las canciones de los pájaros. A mi alrededor puede que todo sea silencio y oscuridad, pero en mi interior, en el espíritu, hay música y luz, y los colores resplandecen en todos mis pensamientos”.
“La puerta abierta”, de Hellen Keller (1957), página 38, Plataforma Editorial, 2015. Imagen: Ruta Meridiano, El Hierro, 14 de febrero de 2016 (cortesía de Paolo, de Atlantidea)
Más información en la página de la Fundación Ananta:
http://www.fundacionananta.org
muy buenas reflexiones para el alma,,me encantan,,,
Muchas gracias por tu comentario Martha Elena. La verdad es que los pensamientos simientes nos traen mucha luz cada día.
Gracias, de verdad.